Las 7 leyes espirituales del éxito

Las 7 leyes espirituales del éxito
 


LAS SIETE LEYES ESPIRITUALES DEL ÉXITO

 

 

    Según Deepak Chopra, el éxito es el crecimiento continuo de la felicidad y la realización progresiva de unas metas dignas. Es la capacidad de convertir en realidad los deseos, fácilmente. Podemos obtenerlo sin esfuerzo si nos sintonizamos con la sabiduría universal. Estas son las leyes para conseguirlo:

 

        1ª.-Ley de Potencialidad Pura

 

    Somos conciencia pura. La conciencia pura es el campo de todas las posibilidades y de la creatividad infinita. Es nuestra esencia espiritual.

    Cuando conocemos nuestra naturaleza esencial y descubrimos quiénes somos verdaderamente, descubrimos la capacidad para realizar cualquier sueño, pues en cada uno de nosotros se encuentra todo lo posible, todo lo que es, ha sido y será.

 La práctica diaria del silencio, la meditación, la conexión con la naturaleza y la abstinencia de juicios de valor hacen que contactemos con esa conciencia.

 

        2ª.-Ley de la Entrega

 

   La naturaleza no es estática, es un continuo dar y recibir.

    Detener esta circulación es como detener el flujo de la sangre. Por eso, debemos dar y recibir para conservar la circulación de la riqueza y de la abundancia y de cualquier otra cosa que deseemos en la vida.

    Si queremos alegría, demos alegría a los demás. Si queremos amor aprendamos a darlo.

   Lo más fácil para recibir lo que deseamos es ayudar a los demás a recibir lo que desean.

   Realicemos el compromiso de mantener en circulación la abundancia dando y recibiendo los dones más preciados de la vida: cariño, afecto, aprecio y amor.

    Cada vez que nos encontremos con alguien  procuremos desearle en silencio felicidad, alegría y bienestar.

 

        3ª.-Ley de Karma

 

    El karma es a la vez acción y sus consecuencias. Todos nuestros actos tienen su efecto. Si lo que sembramos es lo que recogemos, lo importante es sembrar semillas de felicidad.

    Antes de tomar una decisión, debemos preguntarnos: ¿Cuáles serán sus consecuencias? ¿Me aportará felicidad a mí y a los que me rodean? Y nos guiaremos por el mensaje que llegue a nuestro corazón de malestar o bienestar ante esa decisión.

 

        4ª.-Ley del Mínimo Esfuerzo

 

    Este principio de la acción mínima, de la mínima resistencia, es el principio del amor.

    Debemos aceptar a las personas, las circunstancias, los acontecimientos tal y como se presenten, sin culpar a nada ni a nadie de la situación actual.

    Se trata de desarrollar una respuesta creativa, tomar la situación tal como es y transformarla en algo mejor.

    Cada problema contiene una oportunidad.

    Mantendremos una actitud no defensiva, renunciando a la necesidad de convencer o persuadir a los demás de que acepten nuestro punto de vista.

 

        5ª.-Ley de la Intención

 

    Todo el Universo es el movimiento de la energía y la información.

    Mediante la atención y la intención, podemos incidir en este campo.

    Mientras no violemos las otras leyes naturales, a través de nuestra intención, podemos dar órdenes a la naturaleza para que realice nuestros sueños y deseos, siempre que se utilicen para el bien de la humanidad.

    Al meditar, podemos liberar nuestros deseos a la conciencia pura.

   Dejemos que el universo se ocupe de los detalles, confiando que, aunque parezca que las cosas no están saliendo bien, hay una razón , y el plan cósmico tiene unos designios mucho más importantes que los que hemos concebido.

 

        6ª.-Ley del Desapego

 

    Para conseguir cualquier cosa en el universo físico es necesario renunciar al apego hacia esa misma cosa.

    No se trata de abandonar la intención y el deseo, sino el apego al resultado.

    En el momento que lo hagamos tendremos todo lo que deseamos, pues el desapego se basa en la fe que tenemos en el poder de nuestro yo verdadero.

 

        7ª.-Ley del Dharma o Propósito en la Vida

 

    Todos tenemos un propósito en la vida, un don singular o un talento especial que podemos ofrecer a los demás.

    La ley del Dharma o del propósito en la vida dice que nos hemos manifestado en la forma física para cumplir un propósito determinado.

    Combinar la expresión de nuestro talento singular con la ayuda al prójimo es la máxima de la ley del Dharma.