Las leyes espirituales de la India

Las leyes espirituales de la India

 

LAS  LEYES ESPIRITUALES DE LA INDIA

 

   Pensamos que las cosas siempre suceden por casualidad pero realmente todo tiene su porqué. Todo lo que llega a nuestras vidas, ya sean personas o acontecimientos tienen un motivo y un ¿para qué?, para que aprendamos una determinada lección o pasemos a la siguiente.

    

    El simple hecho de que estés leyendo esto, te puede hacer ver que no llegó a ti por casualidad  y tras leerlo es posible que te replantees algunos hechos o situaciones, favorables a desfavorables, que en su día calificaste de fortuitas o casuales.

 

    En la India hay 4 leyes de la espiritualidad que hablan sobre esto.

 

    La primera Ley dice: “La persona que llega es la persona correcta”

 

    Nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están ahí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

 

    Cuando entre alguien nuevo en tu vida pregúntate: ¿para qué?; no está ahí por casualidad.

 

    La segunda Ley dice: “Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”

 

    Nada, absolutamente nada de lo que nos sucede podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. Siempre decimos: "si hubiera hecho ..." "si no hubiera hecho...". El ”hubiera” no existe. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y fue así para poder seguir adelante.

 

    Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque en un primer momento no seamos capaces de verlo así.

 

    La tercera Ley dice: “En cualquier momento que comience es el momento correcto” 

 

    Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará. La impaciencia, la impulsividad o el rechazo solo nos limitan por que nos impiden ver los acontecimientos en su plenitud. 

 

    Cambia esta percepción y cambiarán tus sentimientos.

 

    Y la cuarta Ley: “Cuando algo termina, termina” 

 

    Simplemente es así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestro bien, para nuestra evolución, y por lo tanto es mejor dejarlo ir, seguir adelante y avanzar enriquecidos con esa experiencia.