Otro trocito de paraíso

Otro trocito de paraíso

 

OTRO TROCITO DE PARAISO

     

 

        El amor es el único camino para encontrar el paraíso en la tierra. El amor incondicional que empieza por uno mismo.

 

        Si no te amas a ti mismo incondicionalmente no podrás amar a nada ni a nadie.

 

        Amarse a uno mismo no tiene nada que ver con sentimentalismos ni cursilerías. Se trata de algo más serio.

 

        Cuando hablo de amor, me refiero a los pensamientos, palabras, actitudes y comportamientos que tenemos hacia nosotros mismos. Significa escucharnos, aceptarnos, valorarnos, respetarnos, ser amables con nosotros en cada momento y situación.

 

        Emocionalmente,  sólo podemos compartir con los demás lo que primero hemos cultivado en nuestro corazón. Si no aprendemos a ser felices de forma autónoma no seremos capaces de relacionarnos con los demás libremente, siempre estaremos pendientes de que otros nos den lo que no sabemos darnos a nosotros mismos. Pero si somos capaces de conectar con nuestra fuente de bienestar podremos ofrecer a los demás lo mejor de nosotros mismos sin esperar nada a cambio.

 

        Amarse a uno mismo también significa sanar nuestro dolor derivado de conflictos internos que, a lo largo del tiempo, vamos cubriendo con capas y capas, como si fuéramos una cebolla y al final nos olvidamos de cómo es nuestra esencia.

 

        Para conectar con nuestra fuente y nuestra esencia un buen camino sería el de la meditación. El dedicar unos minutos de vez en cuando a estar solos, sin ruidos  o distracciones y poder escuchar todas las sensaciones que van brotando de nuestro interior, por molestas que sean, nos ayuda a encontrar nuestro camino hacia la felicidad.

 

        Un buen síntoma de que estamos cultivando el amor hacia nosotros mismos es un aumento notable de nuestra energía vital lo que repercute en la mejoría de  nuestra salud física y mental.

 

Encarna

 

 

LA VIDA TE TRATA TAL Y COMO TE TRATAS A TI MISMO