Zona de quejas

Zona de quejas

 

    ZONA DE QUEJAS

 

 

    Cuando nos quedamos estancados en la zona de quejas, nos encontramos en una fase de frustración, decepción y falta de opciones que hace que nuestra experiencia de vida se convierta en algo insoportable.

 

    Cuando no paramos de quejarnos, incluso de lo bueno que nos sucede porque siempre le vemos algún defecto, estamos cargándonos de desdichas y no permitimos que los sueños se manifiesten y se cumplan.

 

    La zona de quejas es el punto en que nos quedamos atrapados y no nos permite avanzar, nos estamos boicoteando a nosotros mismos y a nuestras metas.

 

    Quejarnos continuamente nos desconecta del amor, del agradecimiento, de nuestra esencia y nos conecta con la energía de víctima, una energía de muy baja vibración, pues dentro del victimismo no hay acción, solo hay resignación, tristeza y negatividad, y falta la energía para transformar lo que no está funcionando y nos hace sufrir.

 

    Nos instalamos en la zona de quejas y no asumimos riesgos, ni compromisos, ni decisiones, ni responsabilidades.

 

    Muchas veces no nos damos cuenta de la cantidad de veces que nos quejamos a lo largo del día, de las veces que mostramos insatisfacción por lo que nos sucede, en lugar de ver la parte positiva, que seguramente tiene, apreciándola  y agradeciendo por ella.

 

    Cuando nos quejamos por cada cosa que nos sucede, le estamos diciendo al universo lo inconformes que estamos con nuestra vida y el universo no diferencia entre lo que es bueno o malo para ti, solo responde a tu constante petición y te envía más de ello.

 

     Pero como todas las actitudes negativas, si somos capaces de verlas como tal, tenemos el poder de cambiarlas, tomando la decisión de hacerlo y estando dispuesto realizarlo.

 

    Una serie de pautas a seguir nos ayudarán a conseguirlo:

 

        -Elaborar una lista de las cosas positivas que hay en tu vida, (enfocarnos en ellas nos ayuda a controlar nuestros pensamientos).

 

 Deshacerse de la costumbre de quejarse, requiere constancia y práctica, ya que es una costumbre adquirida, y se logra tomando consciencia de que te estás quejando.

 

 Cada vez que seas consciente de que te estás quejando, acude a tu lista y piensa en algo feliz.

 

        -Fija tu pensamiento en lo que de verdad deseas en lugar de lo que no deseas.

 Aclara lo que quieres de verdad, porque para que nuestra vida vaya en la dirección que queremos tenemos que tener claro cuál es esa dirección.

 

        -Cambia la estrategia.

 Si hasta ahora todo está yendo tan mal que solo tienes motivos para quejarte, es posible que tengas que cambiar la perspectiva, porque al fin y al cabo el problema no es la situación que estás viviendo, sino cómo la estás enfrentando.

 

        -Agradece por lo que tienes en lugar de echar en falta lo que no tienes. 

    Seguramente aunque lo consiguieras siempre te faltaría algo.

 

Encarna

 

 

Las quejas sobre lo que no tienes, te impiden disfrutar de lo que ya tienes